
Ayer estaba hablando con alguien sobre los colectiveros. Los que saludas y ni te miran, los que les preguntas algo y no contestan, los que te cierran la puerta en la cara, los que no paran, etc. Hoy a la mañana, para ir al colegio, me tome como habitualmente lo hago, el 269. Apenas subi al colectivo me acorde de la charla del dia anterior y lo salude a ver que pasaba. Con todo el respeto, ademas de devolverme el saludo, me contesto afirmativamente a mi pregunta: "¿todo bien?" y como si fuera poco, despues de indicarle el importe que deseaba pagar con un timido: "un peso por favor" me respondio: ¡como no señor!.
Una vez sentado, me agarro una especie de ansiedad por contarle a la persona con la que ayer habia hablado que no todos los colectiveros son como pensabamos.
A la hora de volver a casa, decido tomarme el 441 para ahorrar camino. Despues de esperar unos largos 15 minutos, las dos personas que esperaban conmigo en la parada se levantan anticipando la llegada del colectivo. Yo estire el brazo esperando que parara y nos abriera la puerta, ¡pero no!. Siguio de largo como si nada. Y una de las señoras que esperaba dijo: "Que colectiveros de mierda, ¡son todos iguales!". Seguro de mi respuesta le conteste: "No, no son todos iguales". Y me fui caminando hasta la parada del 269, no me quedaba otra.
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